No he podido escribir antes ya que he estado ocupado y probablement no pueda de nuevo hasta el viernes, pero os comento que el lunes se jugó el primer partido del campenato.
La noche iba a ser movidita, habíamos quedado a las 20:30 en Gines para alquilar la pista que teníamos reservada a las 21:00. Pues bién, faltando un cuarto de hora para las 9 estabamos metidos en un atasco en la A49 que llegaba más allá de IKEA, mientras Alfredo trataba de sortear dicho atasco subiendo por la cuesta del caracol y tragándose todos los semáforos de la antigua carretera de Huelva.... total, que el único que estaba allí a su hora era Manolo que llevaba varios días durmiendo mal y no estaba para muchos trotes.
Bien, pues no contentos con llegar 10 minutos tarde al partido, durante el atasco empezaron a caer unos goterones del tamaño de ciruelas y para cuando llegamos a Gines aquello era el diluvio, pero gracias a Dios el drenaje allí funciona bien y aunque todo estaba encharcado (la pista de baloncesto había que verla), la pista 1 de pádel no presentaba en su superficie ni una sola gota de agua.
Total, que comenzó el partido....., 0-1, 1-1, 2-1, 2-2,.... y empezó de nuevo a diluviar, el partido hasta entonces estaba siendo bastante competido, David se sacaba unos golpes de la manga que nunca antes habían sido vistos, ¡¡QUE NIVELAZO!!, pero tras la parada por la lluvia todo cambió.... la pista se volvio pesada, las pelotas estaban húmedas y lo más importante, se nos humedeció el cerebro y bajón psicológico del 15, total, que a partir de entonces solo conseguimos hacer un juego más, y aunque muchos puntos fueron bastante largos, con iguales, ventaja, iguales, ventaja, iguales, ventaja... al final todo se cerro en un 6-3, 6-0 que deja unos líderes con un puntos-average bastante claro y unos colistas que prometen que en próximos partidos van a presentar el nivel del comienzo del partido (siempre que no llueva).
Bueno, también indicar que como terminamos relativamente rápido, hubo tiempo para tomarnos una rubia rapidita en una tasquita de ambiente taurino que hay frente al polideportivo de Gines, costumbre que debería ser obligatoria en todos los partidos que se jugasen.
La noche iba a ser movidita, habíamos quedado a las 20:30 en Gines para alquilar la pista que teníamos reservada a las 21:00. Pues bién, faltando un cuarto de hora para las 9 estabamos metidos en un atasco en la A49 que llegaba más allá de IKEA, mientras Alfredo trataba de sortear dicho atasco subiendo por la cuesta del caracol y tragándose todos los semáforos de la antigua carretera de Huelva.... total, que el único que estaba allí a su hora era Manolo que llevaba varios días durmiendo mal y no estaba para muchos trotes.
Bien, pues no contentos con llegar 10 minutos tarde al partido, durante el atasco empezaron a caer unos goterones del tamaño de ciruelas y para cuando llegamos a Gines aquello era el diluvio, pero gracias a Dios el drenaje allí funciona bien y aunque todo estaba encharcado (la pista de baloncesto había que verla), la pista 1 de pádel no presentaba en su superficie ni una sola gota de agua.
Total, que comenzó el partido....., 0-1, 1-1, 2-1, 2-2,.... y empezó de nuevo a diluviar, el partido hasta entonces estaba siendo bastante competido, David se sacaba unos golpes de la manga que nunca antes habían sido vistos, ¡¡QUE NIVELAZO!!, pero tras la parada por la lluvia todo cambió.... la pista se volvio pesada, las pelotas estaban húmedas y lo más importante, se nos humedeció el cerebro y bajón psicológico del 15, total, que a partir de entonces solo conseguimos hacer un juego más, y aunque muchos puntos fueron bastante largos, con iguales, ventaja, iguales, ventaja, iguales, ventaja... al final todo se cerro en un 6-3, 6-0 que deja unos líderes con un puntos-average bastante claro y unos colistas que prometen que en próximos partidos van a presentar el nivel del comienzo del partido (siempre que no llueva).
Bueno, también indicar que como terminamos relativamente rápido, hubo tiempo para tomarnos una rubia rapidita en una tasquita de ambiente taurino que hay frente al polideportivo de Gines, costumbre que debería ser obligatoria en todos los partidos que se jugasen.
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